Algunos
sectores ya transformaron totalmente su forma de vender y de
relacionarse con los clientes (la industria turística por ejemplo) y
otras muchas PyMEs aprovecharon las ventajas de darse a conocer empresa
de una forma antes impensable.
Sin embargo, muchas otras empresas han
ido pasando por las diferentes etapas de la evolución de Internet
limitándose a "estar en Internet", a tener una web presencial, que rara
vez llegaba a visitar alguien y sin ningún objetivo de negocio claro.
Internet
fue considerada la gran oportunidad para las pequeñas y medianas
empresas, ya que ofrece la posibilidad de acceder al mercado de una
forma mucho más potente (desvinculación de intermediarios, exportación,
contacto con clientes de todo el mundo).
Desde
la irrupción de la Web 2.0, cualquiera puede publicar contenidos en
blogs, redes sociales, o portales de vídeo. En Internet también podemos
vender nuestros artículos de segunda mano o encontrar ofertas de empleo,
todo de una forma muy sencilla.
Pese a todas las posibilidades de uso,
así como la facilidad de acceso y utilización, muchas empresas siguen
sin utilizar estas herramientas o limitándose a ese estado "presencial"
sin plantearse qué objetivos de negocio necesitan conseguir.
En
numerosas ocasiones estas pequeñas empresas no tienen ni mucho tiempo,
ni mucho dinero para invertir pero en cuanto conocen las posibilidades
reales que les brinda Internet, dan los pasos necesarios para iniciar
nuevos caminos, que en no pocas ocasiones terminan en éxito.
Especialmente
buenos resultados obtienen aquellas empresas que no sólo tienen la
visión y hacen los esfuerzos necesarios, sino que tienen algo realmente
diferente y atractivo que ofrecer.
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